jueves, 10 de diciembre de 2015

Dadaísmo, 1915-1922.


El Dadaísmo inaugura un nuevo modo de pensar. Se lucha contra todo lo preestablecido, de ahí que sus manifestaciones se denominen antiartísticas. El poeta Tristán Tzará se considera el padre de este movimiento, escribió Siete Manifiestos Dadá. La palabra "dadá" fue hallada por Tzará al abrir al azar un diccionario, y según sus propias declaraciones, no posee ningún significado. Él afirma que el dadaísmo siempre fue una protesta, de ahí que también se le conozca bajo el nombre de arte de repulsa. En la fundación del dadaísmo confluyen la decepción ante la situación mundial, sobre todo las consecuencias de la 1a Guerra Mundial, el desencanto de pintores escasamente reconocidos y el deseo de llevar la pintura a la destrucción que por entonces asolaba Europa. Prima el azar, aunque éste dé como resultado obras incomprensibles y faltas de un orden aparente. El objetivo era escandalizar a la burguesía. Algunos de sus más importantes representantes son: Francis Picabia, y sus máquinas en que se burla de la ciencia y Marcel Duchamp, cuya principal aportación es el ready- made. Éste consiste en sacar un objeto de su contexto para situarlo en otro distinto que pertenece al ámbito de lo artístico. Esto supuso una gran transformación del concepto de arte. Los cimientos en los que se había fundamentado el arte empiezan a resentirse muy seriamente. “La Fuente” es la obra más conocida del artista francés Marcel Duchamp. Fue creada en el 1917. La obra consiste en un simple urinario masculino, de color blanco y con una inscripción en tinta negra corrida, es un ready-made inventado con la intención de crear el "antiarte", rebelándose en contra de las formas artísticas tradicionales. La Fuente fue la primera obra conceptual de la Ha y fue elegida la obra más influyente del s.XX. Información encontrada en: 

http://iesdrfdezsantana.juntaextremadura.net/web/departamentos/ccss/2bachill/arte/dadaismo_surrealismo.pdf

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